Desgraciaíto de aquel
Que come pan de mano ajena
Siempre mirando a la cara
Por si la pone malita o buena
Somos la guerra es una obra rota, hecha de fragmentos, un evangelio apócrifo que recoge otra visión del mito, un relato no-oficial del cuerpo que espera el milagro: La anunciación y la experiencia de la maternidad son el detonante.