En Malabo, la capital de Guinea Ecuatorial, no existen conservatorios o escuelas oficiales de danza. Sin embargo, la danza es una parte esencial en la vida de los jóvenes, núcleo en torno al que se articulan las relaciones sociales.
El conocimiento se transmite de unos a otros, y recoge elementos de las danzas tribales de cada etnia, aprendidos en los entornos familiares, mezclados con la enorme influencia afroamericana que impregna toda su cultura y que llega a través de la televisión o Internet.